Queridos lectores:
Primero que todo, siento una inmensa gratitud hacia todos ustedes, ya que invierten su tiempo en leer mis escritos. ¡Gracias, gracias, gracias mil! Les confieso… escribo porque pienso que no puedo ser la única atravesando por estas situaciones (y también por eso de desahogarme y conocerme jajaja). Cada comentario, cada vez que comparten mis escritos, cada “like”, es la confirmación de que, de alguna manera, mis escritos no son en vano. No saben la alegría que me produce recibir sus mensajes tan alentadores. Comencé a escribir por razones muy personales, y jamás pensé que iba a recibir el respaldo de tantas personas. Así que una vez más, ¡gracias!
Este año ha sido caóticamente hermoso, retante, de crecimiento en todas sus formas, y ha estado lleno de sorpresas. Al comenzar el 2014 le pedí a Dios que me sacara de mi zona cómoda y… ¡de qué manera lo ha hecho! Lección: piensa lo que realmente quieres (y sus consecuencias) antes de pedirle a Dios jajaja… ¡son bromas! Sin embargo, ha sido un año duro porque estoy volviendo a conocerme. Suena ilógico, pero así es. Y todo este preámbulo es para que entiendan el porqué del cambio de nombre del blog.
Por mucho tiempo me encantó el nombre original. De hecho, fue hasta los otros días que cambié de parecer. Este año (yo le llamo el año de la transformación) ha girado en torno a construir una autoestima saludable. ¿Por qué les cuento eso? Simplemente, hablaba con mi madre sobre ello y sobre cómo nació el nombre del blog: Tertulias Con La Luna. Entonces ella me hizo un comentario sobre la luna: “Jolly Ann, sabes que la luna no tiene luz propia, que solo refleja la luz del sol”. ¡BOOM! Fue como si me hubiesen dado un puño en la cara. Pensé: “de la única manera que esa analogía me gusta es si Dios es el sol y yo soy la luna”. No es que no quiera reflejar la luz de Dios, al contrario, ese es mi anhelo. No obstante, de la única manera que puedo hacer eso es aceptándome. Por esa razón, decidí ser yo. Ya que estaba tomando unos pasos para aceptarme tal cual, era hora de que mi blog también lo reflejara. Así que…
*redoble por favor*
Hola, mi nombre es Jolly Ann Giusti Santaella, tengo 23 años, y les presento a mi blog: Tertulias Con Jolly Ann. Espero poder seguir escribiendo y mediante ello dejarles un poco de amor, alegría y esperanza a todos ustedes.
Un abrazo cibernético,
Jolly Ann