“Pero para mí es ejemplo a seguir”.
¡¿Qué?! Definitivamente se confundió de persona porque no soy un ejemplo a seguir, eso pensé cuando me dijeron esa hermosa frase. Acto seguido se me aguaron los ojos porque no muchas personas tienen el valor de expresar lo que sienten tan explícitamente. Sentí un agradecimiento enorme hacia Dios (por poner esa persona en mi camino) y a esa persona por expresar sus sentimientos. No es que sea llorona, y quizás puedo decir que estaba sentimental, pero la realidad es que el comentario me chocó. Esa frase me confrontó con la percepción que tengo sobre mí e hizo preguntarme: Realmente, ¿mi vida está reflejando el amor de Dios? Hay muchas respuestas para esa pregunta. Especialmente porque he cometido muchos errores en las distintas relaciones que he tenido, al igual que he aprendido de ellos. Por esa razón, algunos podrán pensar que, en efecto, sí estoy reflejando el amor de Dios; mientras que otros pueden pensar que tengo que mejorar muchas cosas. Y, ¿saben qué? Estoy de acuerdo con esas personas: tengo que fortalecer mis debilidades.
Hace algunas semanas escribí sobre la autoestima y lamento decirles que dicho tema resurge en este escrito. Además de sentirme completamente conmovida y retada, me percaté de que: 1) he logrado mejorar, bastante, la percepción que tengo sobre mi persona y 2) tengo que seguir trabajándola. ¿Por qué? Sencillo, tengo que seguir trabajando con mi autoestima porque el primer pensamiento que tuve fue que no merecía ese halago. Sin embargo, sé que mi esfuerzo y el trabajo que Dios está haciendo en mí no es en vano porque estoy viendo los frutos. A pesar de que mi primera reacción fue pensar lo peor, la reemplazó el agradecimiento hacia Dios por darme la oportunidad de creer en Él. Amigo que me lees, el trabajo que Dios está haciendo en tu vida NO ES EN VANO, créelo.
Hay una frase que me encanta y, de hecho, este sería en el tercer escrito que la incluyo: “Debemos mirarnos con los ojos de alguien que nos ama: Dios”. A veces se nos hace tan difícil creer que somos creados a imagen y semejanza de Dios. Por eso los invito a que añadan esa frase a sus oraciones porque, por lo menos para mí, ha sido de gran bendición. No soy la misma desde que le pedí al Señor que me diera la oportunidad de mirarme con sus ojos; ha cambiado mi vida para bien. Esta no es la primera vez que Dios utiliza a alguien para que yo pueda conocer y entender el valor que Jesús le dio a mi vida al morir en la cruz. Y honestamente espero que no sea la útima vez.
He llegado a la conclusión que para lo único que sirve el pasado es para aprender de él y para disfrutar sanamente de hermosos recuerdos. Los errores que hemos
cometido no definen lo que podemos llegar a ser ni limitan nuestro futuro de manera alguna. ¡Comencemos a trabajar con el presente! ¡Reconozcamos el valor que tenemos! ¡Fijémonos en las excelentes cualidades que tenemos y fortalezcamos nuestras debilidades! Es hora de ver el potencial que tenemos. ¿Piensas que jamás podrás ser un modelo a seguir porque eres pecador? Permíteme decirte que todos hacemos cosas incorrectas, y que a pesar de eso podemos lograr reflejar el amor de Dios si nos lo proponemos. Lo importante es reconocer que tenemos que trabajar con ello junto a Dios. Ahora, lo que sí hay es un reto: ¿Estamos dispuestos a mirarnos con los ojos de Dios?
Un beso cibernético,
Jolly Ann
*Les incluyo el video de la canción Oceans de Hillsong United. Me ha ministrado un montón.
Excelente. Annie
LikeLike
Eso es teología… Bravo!!!
LikeLike
Waoooo
LikeLike